Zapatero advierte de que a ETA "sólo le vale el abandono de las armas"Madrid.- El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró hoy que nadie del Ejecutivo o en su nombre está manteniendo contactos con la banda terrorista ETA o los grupos de su entorno político.
Estas palabras de Zapatero se producen después de que este domingo la organización terrorista anunciara un nuevo alto el fuego.
Este anuncio fue recibido con escepticismo y cautela por parte del Gobierno español y de los partidos políticos y con la exigencia de que el único paso que debe dar la banda terrorista es el abandono de las armas y su disolución.
Zapatero dijo hoy que no tiene "información cierta" sobre las intenciones de ETA, aunque advirtió de que, conociendo su trayectoria, "hay que desconfiar".
"La desconfianza es grande, las pruebas que van a tener que poner encima de la mesa para que la democracia y el Gobierno se convenzan de que van en serio, que van a dejar la violencia, que se acaba, van a ser pruebas de gran exigencia", manifestó en una entrevista en la Cadena SER.
En opinión del presidente del Gobierno español, el parón de ETA se debe en parte a que "no puede más" y en parte a la actitud de la izquierda independentista y Zapatero advierte de que a ETA "sólo le vale el abandono de las armas".
Según Zapatero, este sector sabe que en la memoria de todos los españoles está el atentado de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas en diciembre de 2006, en el que murieron dos ciudadanos ecuatorianos, en pleno proceso de diálogo.
Tras el anuncio el domingo de alto el fuego de ETA, la izquierda independentista señaló que el Gobierno debe legalizar las formaciones políticas proscritas por la Ley de Partidos, como Batasuna, el brazo político de ETA.
Sin embargo, el Ejecutivo de Zapatero ya avisó a la izquierda independentista de que sólo volverá a ser legal si rompe con la banda terrorista o ésta deja definitivamente las armas.
Hoy Zapatero reiteró que hay dos condiciones claras: la primera, que deje la ambigüedad y condene tajantemente la violencia; y la segunda, que ETA abandone las armas.
Admitió que llegar a ese punto no será fácil y ratificó su apuesta por la actual política antiterrorista, porque la realidad hoy, recalcó, es la debilidad de quienes practican o apoyan la violencia.
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