Él piropo, lanzado en voz alta fue al parecer "la
última frase" pronunciada por el dirigente antes de que dos policías
entraran en el avión para detenerle.

Strauss-Kahn había avisado a la tripulación de que necesitaba recuperar su teléfono móvil, olvidado en la habitación del hotel en el que se alojaba en Nueva York, y el comandante le había advertido de que si el teléfono no llegaba en los siguientes minutos no iba a poder retener más tiempo el avión.
Esa fue la razón por la que supuestamente a nadie le extrañó la llegada de la pareja de policías preguntando por el hasta entonces director gerente del FMI, que dimitió hoy tras las acusaciones de intento de violación que pesan sobre él.
Un incidente podría sin embargo haberles hecho pensar que sucedía algo extraño: minutos antes de que DSK, tal y como se le conoce en Francia, fuera sacado del avión, se cortó la cobertura de todos los teléfonos móviles, lo que según la hipótesis de "Le Point" se provocó para evitar que alguien le avisara de su inminente detención.
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