El
cuerpo desaparece en el rango de microondas, pero aún sigue siendo visible para
nuestros ojos.

Los
científicos creen que el sistema valdría también para el espectro de la luz
visible, pero por ahora solo con objetos de tamaño minúsculo, del orden de
micras. Es decir, la famosa capa de Harry Potter queda aún muy lejos.
Artículos relacionados:
Las
ondas se dispersan
Básicamente,
cuando la luz visible golpea un objeto, rebota en su superficie hacia otra
dirección de la misma manera que una pelota de tenis lanzada contra un muro. La
razón por la cual vemos los objetos se debe a que los rayos de luz rebotan
desde su superficie hasta nuestros ojos, y nuestros ojos son capaces de
procesar esta información. Debido a sus propiedades únicas, los metamateriales
plasmónicos tienen un efecto de dispersión de las ondas (por ahora,
microondas).
Para
convertir en invisible el tubo de 18 centímetros, los investigadores
estadounidenses, dirigidos por Andrea Alù, lo cubrieron con una especie de
envoltorio fabricado de materiales plasmódicos. Y las, ondas, efectivamente, se
dispersaron.
Los
anteriores trabajos en esta línea se habían realizado con materiales basados en
la transformación, es decir, metamateriales que tienen la capacidad de curvar
la luz alrededor de objetos. Este enfoque es diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario