07:25 PM 1 Marzo SANTO DOMINGO, RD *-. Se ha tomado la decisión de incluir la actuación de artistas extranjeros en el espectáculo de los premios Casandra, algo con lo cual hay gente que no está de acuerdo, por el hecho de que se le quita importancia y protagonismo en el "show" a los criollos en un premio creado en sus orígenes para ellos. Hasta hace poco, a los extranjeros invitados se les traía solo para premiarlos, algo que se inició en una gestión nuestra como presidente de Acroarte, cuando se trajo a Cristina, Don Francisco y Juan Gabriel.
Pero desde ese tiempo hasta ahora son muchas las cosas que han cambiado. No se puede dejar de reconocer el hecho de que el arte popular dominicano ha ido decreciendo en muchos aspectos, con la crisis del merengue tradicional y las cantantes baladistas. Es tanto así que para incluir merengue en la producción hay que inventarse un homenaje a Wilfrido, desempolvando a viejas figuras. Los segmentos que se han hecho en el pasado no han tenido gran trascendencia. En fin, los productores de los premios Casandra no encuentran ya más que hacer con lo poco que aquí hay. Lo nuevo es la gente de la música urbana, y muchos de ellos son figuras desechables, que mucho se hace con "limpiarlos" y ponerlos en el escenario de la principal sala de espectáculos del país, en el evento más importante del año. A los productores de El Casandra no le queda más que apelar a figuras extranjeras para tratar de conferirle atractivo al espectáculo, lo cual ya ha comenzado a crear problemas, pues se están trayendo cantantes para promoción de nuevos discos, lo cual crea una distorsión. A las casas disqueras y promotoras de algunos artistas les viene como "anillo al dedo', que les traigan al país a sus artistas, pagando viajes en primera clase, hospedaje en un hotel 5 estrellas, y recibiendo contribuciones que se dice ascienden hasta a más de 20 mil dólares, para recibir una estatuilla , en el evento de mayor rating de la televisión dominicana.
El Casandra se convierte así en una plataforma de promoción de artistas foraneos como Juan Carlos Canela, William Levy, por citar dos casos.
Las disqueras matan dos pájaros de un tiro, en su plan de promoción de figuras nuevas, sin gastar un centavo.
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