"A Samaná lo cuida algo"
Hacen hoy 68 años, de aquel
Terremoto en Samaná de 1946
07:55 AM - 4 Ago, SAMANÁ, RD *-. Un día como hoy sucedió en Samaná un
terremoto DE 8.1 que mató alrededor de más 100 personas y dejó unas 20.000
personas sin hogar todo susedio el Domingo
4 de Agosto del 1946 a las 12:55 p.m, Fuerte el cuadragésimo tercero sentido en
la isla desde el Descubrimiento, de 8.1 en la Escala de Richter que generó, a
los pocos segundos, un maremoto a las costas de toda la Bahía Escocesa (la cual
se extiende desde Arroyo Salado hasta Cabrera), penetrando en algunas zonas,
como. Una réplica ocurrió cuatro días después, el 8 de agosto a las 13.28 UTC
con una magnitud de 7.6.
Este terremoto está considerado como
uno de los más desbastadores en la historia del país matando alrededor a más de
100 personas y dejó unas 20.000 personas sin hogar. El número de muertos fue
extraordinariamente bajo pues el sismo coincidió con una fiesta que se
celebraba por la tarde, cuando la mayoría de las personas estaban fuera de
casa.
Este terremoto produjo un maremoto
de 16 pies (5 m) de altitud en la costa de la Bahía Escocesa que causó la
muerte de casi 2 mil personas.
Dios ha cuidado con este pueblo
Siempre.
Terremotos
en han pasado en la República Dominicana y los datos históricos
Domingo 4 de Agosto del 1946 a las
12:55 p.m.: Fuerte terremoto, el cuadragésimo Tercero sentido en la isla desde
el Descubrimiento, de 8.1 en la Escala de Richter que Generó, a los pocos
segundos, un maremoto a las costas de toda la Bahía Escocesa (la Cual se
extiende desde Arroyo Salado hasta Cabrera), penetrando en algunas zonas, como en
Arroyo Salado, más de cinco kilómetros tierra adentro, inundando por más de
tres semanas a algunas zonas, destruyendo siembras, y poblados (Matancitas,
Nagua, El Juncal de Cabrera, Punta Morón – entre las secciones del Limón y Las
Cañitas en Samaná, Sánchez, Sabana de la Mar, Río San Juan y Miches por
ejemplo) y cobrando aproximadamente 1,970 vidas en territorio dominicano (en
los poblados de Puerto Plata,
Matancitas, Villa Julia Molina,
Arroyo Salado, El Bajío, Río Boba, y algunas vidas en Puerto Plata, Santiago,). En las
partes bajas, el mar penetró arrasándolo todo, viviendas y árboles, dejando
varias Lagunas, transformando el curso de los ríos en las proximidades de su
desembocadura y Aislando algunos sectores.
En la parte escarpada, el sismo
ocasionó el derrumbe de los Arrecifes y acantilados, que se desplomaron en
enormes masas. Hubo daños importantes desde Samaná y Miches hasta Puerto Plata
y Luperón, Incluyendo Sánchez, Villa Isabel, Botoncillo, Castañuelas, Villa
García, Río San Juan, Cabrera, Santiago, Santo Cerro, Moca, San Francisco de
Macorís, Arenoso, Cotuí, Monte Plata. Reportaron que el Río Licey ¨que tenía su
caudal completamente agotado, volvió nuevamente a correr emergiendo de su lecho
abundante caudal de agua¨. En adición, el terremoto fue sentido fuertemente en
Montecristi, Dajabón, Valverde, Elías Piña, San Juan de la Maguana, Santo
Domingo, Villa Mella, La Jagua, Jarabacoa, Villa Trinitaria, El Seibó, Yaguate, dónde cayeron
objetos de los tramos en las tiendas y las estructuras vacilaron y se
produjeron agrietamientos.
1,100 réplicas se reportaron en los
meses siguientes. En el periódico La Nación del viernes 9 de agosto del 1946: Estimaron en
aproximadamente 20,000 el número de personas perjudicadas por las avenidas de
los ríos, por el ras de mar, por la incomunicación y por la pérdida de sus
hogares y de sus cosechas. Este dado, sujeto a ulterior comprobación, se
refiere a la zona más castigada por el maremoto en el litoral nordeste de la
isla. Como se sabe, las comunidades más castigadas en dicho litoral fueron
Matanzas, Villa Julia Molina y Cabrera, en las cuales hay una población total
calculada en 31,000 habitantes Curiosidades varias:
En Los Almácigos (Del Periódico La
Nación, sábado 8 de agosto del 1946 con fotos):
Un monte de unas cuarenta tareas de
extensión, propiedad del Sr. Olivero Inoa, residente en la sección de La Canela
(donde actualmente aparecen unos ¨sin-fines¨), se hundió totalmente, quedando
una depresión en el terreno de varios metros de profundidad. Este fenómeno
geológico ocurrió en el primer momento del sacudimiento sísmico.
Casi simultáneamente con el caso
arriba citado, se produjo en la propiedad del Sr. José Durán, en la misma
sección de Los Almácigos, pero algunos kilómetros más abajo, un gran
deslizamiento de cien tareas, todas cultivadas de arroz, con sus estancamientos
de agua, los árboles y las cercas de alambres de púas quedaron intactos, tal
como si no hubiera ocurrido nada extraño, dándose el caso ahora de que la
superficie y los cultivos y mejoras de la propiedad del Sr. José Durán se
encuentran sobre la propiedad del Sr. Oliverio Inoa, o sea a unos dos
kilómetros de donde se encontraban. En el lugar de donde se deslizaron los
terrenos ha quedado una especie de arcilla revuelta, tal como si hubiera sido
removida por arados o por una máquina explanadora.
En Limón, Samaná (Del Periódico La
Nación, lunes 12 de agosto del 1946): El jueves 8 de agosto se produjo otro ras
de mar. Los moradores reportaron que desde el lunes el mar había estado
descendiendo en el paraje de Las Galeras por lo cual ellos vigilaban con gran
temor al extraño fenómeno. Pasaban los días y las sacudidas se sucedían en la
península con gran frecuencia, precedidas siempre de un rarísimo ruido
subterráneo que era más prolongado cuanto más intensos fueron los temblores (de
las réplicas). Más que consecuencias materiales desastrosas, tales fenómenos
tuvieron por cause que aumentara hasta el extremo el pánico de los moradores,
quienes se disponían a abandonar aquellos lugares.
El jueves, a las ocho y media de la
mañana, se registró una violentísima conmoción, comparable casi a las dos del domingo
4 de agosto. A esa hora la madre, dos hijos y un nieto de la familia Messina
trataban de buscar noticias en un radiorreceptor, único medio que disponían
para enterarse de los que pasaba en el país y en el resto del mundo. La
sacudida los echó al suelo a todos y estrelló contra las paredes de la casa –
que fue una magnífica edificación de madera y concreto – muebles y radio.
El más joven de la familia, Werther,
trepó en el techo rápidamente para ver desde allí el mar, observando,
asombrado, que a varias millas de distancia una gigantesca ola avanzaba hacia
la costa, a una velocidad vertiginosa, y que había cubierto totalmente el cayo
Limón, situado frente a la propiedad de los Messina y cuyas dimensiones son
bastante apreciables, tanto que figura en el mapa de la isla delineado por el
Ingeniero Gómez. Werther dió la alarma y en seguida descendió del techo, y la
familia entera le acompañó en la huida a través de la finca, hacia las tierras
altas, sin mirar atrás. La enorme ola les perseguía de cerca pero cuando llegó
hasta ellos, tierra adentro, sólo les cubió hasta las rodillas.
La familia
logró salvarse por haber ganado unos escasos minutos a la hecatombe. No tuvo tal
suerte una infeliz mujer del lugar y sus siete hijos pequeños, quienes
perecieron ahogados.
NO LEJOS DE AHÍ ocurría otro extraño
suceso: Dos pescadores a quienes sorprendió el ras de mar desamarrando dos
caballos, fueron llevados por la gigantesca ola tierra adentro y ¨depositados¨
en la copa de un árbol, donde tuvieron tino para asirse de una rama, salvándose
allí.
26 de Julio de 1943, 19 de Agosto de 1881: hizo grandes
estragos en varias poblaciones del interior, especialmente en Higüey, huyo
histórico Santuario agrietó seriamente Sábado, 7 de Mayo de 1842 a las 5:25
p.m. Poco o casi nada quedó en pié en Santiago, La Vega, Moca, San Francisco de
Macorís, Samaná, Puerto Plata, Dajabón y Montecristi en el norte; El Seibo, Higüey,
Los Llanos y Hato Mayor en el este; Azua, San Juan de la Maguana, San José de
Ocoa, Neiba y Las Matas de Farfán al sur.
En el Cibao las aguas de los Ríos Yaqué
del Norte y Masacre se reunieron, las del Yuna se esparcieron por gran parte
del Valle de La Vega Real; También afectó gravemente a las siguientes ciudades
Haitianas: Port au Prince, Gonaives, Port de Paix, La Mole, Fort Liberté, Cape
Haitien y Saint Marc. En la parte occidental el Artibonito, el río más
caudaloso de la isla, se desparramó a una y otra orilla atrapando muchos
poblados que arrastró al mar junto con todos sus habitantes.
En Port de Paix,
entró el mar y Cape Haitien fue destruido por un incendio violento. 1751:
destruyó la villa del Seibo, la cual fue trasladada al lugar que hoy ocupa el 2
de Diciembre del 1562: Destruyó la antigua ciudad de La Vega
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