09:25 AM – 28 Mar,
SAMANÁ, RD *-. La covid-19 ya lleva más de un año entre nosotros. En este
tiempo ha trastocado nuestra manera de trabajar, de pasar el tiempo libre, de
movernos y de relacionarnos con otras personas. Pero todo eso es secundario si
lo comparamos con los miles de vidas que ha segado. Afrontar la muerte de un
familiar o de un amigo nunca es sencillo pero las circunstancias actuales lo
hacen, si cabe, todavía más difícil.“Si hemos perdido a algún ser querido durante la pandemia
podemos tener un duelo de riesgo, que es un duelo más complicado de lo normal,
ya que se trata de una pérdida inesperada y en muy poco tiempo. Además, es
posible que no hayamos podido acompañar a esa persona en sus últimos días ni
nos haya dado tiempo a hacer una despedida que nos ayude a superar la pérdida”,
señala Macarena del Cojo, especialista del Instituto Psicológico Cláritas.
(https://institutoclaritas.com/).
RITUAL DE DESPEDIDA.
La psicóloga subraya que cada uno reacciona de una manera diferente a la pérdida, por lo que podemos tener un sinfín de emociones que van, desde una gran tristeza y sentimientos de culpabilidad, hasta rabia y enfado.
Para lidiar con el dolor de la pérdida, Del Cojo propone algunas pautas. En primer lugar, recomienda expresar los sentimientos libremente. “Acepta y comparte con tus seres queridos cómo te sientes. Es normal sentir rabia, tristeza, miedo, impotencia, agotamiento, etc.”, apunta.
RITUAL DE DESPEDIDA.
La psicóloga subraya que cada uno reacciona de una manera diferente a la pérdida, por lo que podemos tener un sinfín de emociones que van, desde una gran tristeza y sentimientos de culpabilidad, hasta rabia y enfado.
Para lidiar con el dolor de la pérdida, Del Cojo propone algunas pautas. En primer lugar, recomienda expresar los sentimientos libremente. “Acepta y comparte con tus seres queridos cómo te sientes. Es normal sentir rabia, tristeza, miedo, impotencia, agotamiento, etc.”, apunta.
Asimismo, aconseja hacer un ritual de despedida. “Es un acto
simbólico que nos ayuda a poner en orden nuestro caótico estado emocional y a
tomar conciencia del proceso de duelo por el que estamos pasando. El ritual
puede consistir en escribir una carta, construir una caja de recuerdos de tu
ser querido o crear un álbum de fotos”, expresa.
La especialista también señala que planear un homenaje al
ser querido para más adelante puede ser de ayuda. “Piensa que esta es una
situación excepcional y que, más adelante, cuando las circunstancias lo
permitan, puedes llevar a cabo la ceremonia que te hubiera gustado realizar en
aquel momento”, destaca.
Además, la psicóloga hace hincapié en la importancia de
cuidarse. “Escucha a tu cuerpo. Si necesitas desacelerar, hazlo, ya que el
dolor consume mucha energía. Por otro lado, es importante tener una buena
alimentación, dormir las horas necesarias y realizar algún tipo de actividad
física”, manifiesta.
Según indica la especialista, en algunos casos puede ser
conveniente solicitar acompañamiento psicológico. “Si notas que estas emociones
se mantienen en el tiempo, el apoyo psicológico te puede ayudar a manejar el
dolor y superar la tristeza de la pérdida”, afirma.
LA IMPORTANCIA DE LA FE.
La Semana Santa puede ser un periodo especialmente sensible
para los familiares y amigos de quienes han fallecido a causa del virus.
“Las personas creyentes que han perdido a algún ser querido
debido a la pandemia se pueden ver reflejadas en la familia de Jesucristo. No
solo en el dolor de la pérdida, sino también en la injusticia que supone el
hecho de ver cómo familiares sanos a quienes ‘no les tocaba’ morir han
terminado falleciendo de una manera repentina, como ocurrió con Jesucristo
cuando fue condenado”, relata la psicóloga.
Por otro lado, “también pueden verse reflejados en la
imposibilidad de acompañarlos en el sufrimiento hasta la muerte, como le
sucedió a María con su hijo”, añade.
Durante la Semana Santa se conmemoran la pasión, muerte y
resurrección de Jesucristo, tres hitos del cristianismo que podemos ver como
una metáfora de las distintas fases del duelo que viven quienes han perdido a
alguien cercano.
“La pasión, que se refiere a la agonía que Jesús padeció
desde que fue condenado hasta su muerte, representa el sufrimiento previo que
viven los familiares de alguien enfermo que está en los últimos momentos de su
vida. La muerte de Jesús simboliza el dolor por la pérdida de un ser querido”,
expresa Macarena del Cojo.
“Por último, la resurrección puede reflejar la aceptación de
la pérdida, así como la calma y alivio que supone pensar que la persona ha
pasado a otra vida mejor. También, la capacidad de adaptarnos a una ‘nueva
vida’ sin su presencia”, declara.
La psicóloga destaca que la fe es un apoyo muy importante
para las personas creyentes ante las experiencias de dolor. “Existe una
concepción de la existencia de una vida tras la muerte en la que podemos
dirigirnos a nuestros seres queridos rezándoles. Además, esa esperanza influye
en nuestra forma de abordar nuestra muerte y la de nuestros seres queridos”,
apunta.
“En mi experiencia como psicóloga, he comprobado que tener
fe es algo positivo para sobrellevar el dolor y superar el duelo, debido a que
pensar que la persona ha pasado a un lugar mejor proporciona tranquilidad”,
señala.
No obstante, la especialista recalca que tener fe no es
imprescindible para lidiar con una situación así, ya que también hay muchas
personas que afrontan el duelo sin necesidad de estas creencias.
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