
Escrito por: Joseph Caceres
07:25 AM - 12 Junio, SANTO DOMINGO, RD *-. Héctor Acosta ha tomado la iniciativa de convocar para mañana a un encuentro
con las principales figuras del merengue para analizar la problemática del
negocio de la música y el espectáculo, que como se se sabe se encuentra en
problemas, con las actividades disminuídas a niveles preocupantes.
Por qué apenas en la capital sólo se puede bailar los lunes con una orquesta
de categoría, diferente a otros tiempos en que la diversidad de propuestas en la
semana, eran un gran atractivo para turistas y criollos?.
En qué medida los precios a que se cotizan las orquestas inciden en el
problema de falta de rentabilidad en las actividades que organizan los
promotores.?
Por qué orquestas que cobran elevadas sumas por contratos ellas mismas no
pueden recaudarlas cuando se presentan en algún lugar por su cuenta o mejor
dicho, por la puerta.?
Por qué se han puesto de moda los denominados "drinks", al igual que los
"liquor store", los centros cerveceros y los colmadones, y ya ni la gente de
clase media, va a las discotecas, lounge y night clubs, obligando al cierre de
muchos de ellos?
Qué tanto incide el hecho de que el que va a una fiesta baiable con una
orquesta, tiene que estar preparado para, aparte de la alta taquilla, pagar por
un trago lo que vale casi la botella entera en una tienda de licores?.
Si se va a analizar todo esto, pienso que se estaría dando en los puntos de
lo que realmente acontece.
El problema de la industria no es sólo el del estilo del merengue que se está
haciendo, perpetuado por exponentes envejecientes, que no han dado paso a los
relevos.
Hay mucha tela por donde cortar.
Y ojalá que los protagonistas principales participen, analicen y debatan el
tema.
Porque ningún sector más desunido, apático, indiferente , egoista y
presumido que el de los artistas del merengue, aunque corriendo cabeza con
cabeza con los de la bachata, que también confrontan los mismos problemas,
aunque en algunos de estos casos, debido más bien a falta de conciencia y a
brutalidad.
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