"No se ha dicho
quién las mandó a matar"
Reveló, además, que mató a Natasha, porque su carro, un Daihatsu, se parece mucho al de Suleyka.
07:25 AM - 8 May, SANTO DOMINGO, RD *-. El
hombre que mató a las jóvenes Natasha Sing y Suleyka Flores Guzmán cobró la
suma de RD$200 mil por cada una, y alegó en los primeros interrogatorios que
asesinó a Natasha por equivocación. Se trata de
Amauris Soriano García (a) Nevado, quien habría admitido que fue la persona que
disparó a las dos mujeres, cuyos hechos ocurrieron el lunes siete de abril y el
lunes 28 del mismo mes a las ocho de la mañana.
Con relación a
estos hechos, un equipo élite de la Policía persigue a Luis Abel Mariano Pérez
(a) Luisito, quien, según contó el vocero de la Policía, coronel Jacobo Mateo
Moquete, anda fuertemente armado y, además, porta la pistola con que se
cometieron los crímenes.
En los
interrogatorios hechos entre la noche del martes y la mañana de ayer, Soriano
García, apresado en San Francisco de Macorís, reveló que Mariano Pérez era su
compañero a la hora de cometer ambos crímenes.
Reveló, además,
que cobró RD$200 mil por cada muerte, y que mató a Natasha, porque su carro, un
Daihatsu, se parece mucho al de Suleyka.
Sin embargo,
todavía ayer en la tarde no había revelado el autor intelectual de ambas
muertes, ni tampoco los motivos que tuvo esa persona para ordenar los crímenes.
Tanto Suleyka
como Natasha residían en mismo complejo habitacional, Vereda Tropical, una
frente a la otra. Suleyka vivía en el apartamento 2D del edificio 7, mientras
que Natasha vivía en el apartamento 3A del edificio 4, los edificios quedan uno
al frente del otro.
Explicó que el
apresado declaró que la muerte de Natasha Sing Germán, sobrina del presidente
del Colegio Médico Dominicano, Pedro Sing, se debió a una confusión, ya que el
objetivo era asesinar a Suleyka Flores Guzmán.
Según los vecinos
del residencial Vereda Tropical, en Santo Domingo Este, las jóvenes tenían
cierto parecido físico, así como algunas características en común. Coinciden en
que ambas eran muy tranquilas y trabajadoras: salían a sus trabajos temprano en
la mañana y regresaban en la noche.
En los últimos días,
el sicariato ha cobrado varias vidas, una de ellas fue la de José Francisco
Durán de Castro, un empleado de Salud Pública, quien recibió nueve balazos de
once que le dispararon dos hombres a bordo de un motor, momentos después que el
hoy occiso dejara a su sobrina en un centro educativo ubicado en la calle 37
del ensanche Luperón.
Otra muerte por
encargo fue la de Adalgisa Vanessa González González, de 33 años, tiroteada la
madrugada del 26 de abril, cuando compartía con unos amigos frente a su residencia
en Sabana Perdida.
En ese mismo
sentido, la Policía mató a Rubén Darío Amador Arias (Nene Paludismo), quien
residía en la calle 4 de El Fundo; Rafael Manuel Vicente Amador, en el barrio
La Saona; Rafael Emilio Emilio Pérez Peguero (Pití), en El Fundo, y Jorge
Vizcaíno Martínez, en la calle Respaldo Nicolás Heredia de Baní.
La Policía
presume que este grupo iba a matar a dos narcotraficantes y además tienen la
certeza de que estos mataban por encargo en Baní y Santo Domingo, y que
pertenecían a una red de sicariato internacional.
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