Hillary y Trump llegan a la hora cero
Hillary Clinton y Donald Trump compiten para suceder a
Barack Obama en una contienda de final abierto.
*Además se renueva la totalidad de la Cámara de
Representantes, un tercio del senado y 12 gobernaciones
07:25 AM - 8 Nov, WASHINGTON, EEUU *-. La ex primera dama y ex secretaria de Estado, la demócrata Hillary
Clinton(69 años), llega con una leve ventaja, según la mayoría de las
encuestas. Enfrente, el magnate Donald Trump (70 años) fue la
sorpresa desde que decidió el año pasado lanzarse a la arena política, se alzó
con la primaria republicana contra todos los pronósticos y llegó competitivo
hasta el final de la carrera, a pesar de los innumerables tropezones de su
campaña. La elección está abierta y se puede terminar inclinando para
cualquiera de ambos lados.
Clinton promete continuar y mejorar las políticas de Barack
Obama. Trump promete hacer todo distinto a como lo viene haciendo el
establishment político, aunque no haya quedado demasiado claro claro qué hará y
cómo.
Más que una disputa de propuestas fue una campaña plagada de
fuerte fuego cruzado y acusaciones de todo tipo entre dos candidatos con inéditos
índices de impopularidad. Para Clinton, sus años de experiencia
política son su gran activo y su mayor mochila al mismo tiempo. Debió
convivir con la investigación del FBI sobre el uso de su cuenta de correo
electrónico privada para asuntos oficiales mientras fue secretaria de
Estado y las sospechas sobre los privilegios que habría otorgado a los donantes
de la Fundación Clinton. Sobre Trump, un outsider que rompe con los
cánones usuales de corrección política del establishment estadounidense, pesan
señalamientos de todo tipo que se ha sabido ganar a lo largo del tiempo y
ratificar durante la campaña: intolerancia, misoginia, xenofobia y
evasión impositiva, son algunos de ellos. Aun así, ha sabido seducir a una
amplia porción del electorado defraudada con la clase política de Washington.
Cara a cara, dos propuestas muy diferentes: Donald Trump y
Hillary Clinton (AFP)
El número de ciudadanos estadounidenses legalmente
habilitados para votar es 231.556.622. Pero el sufragio no es obligatorio. Se
han registrado para votar algo más de 200 millones, pero muchos de ellos
tampoco lo terminarán haciendo. El récord fueron los poco más de 130 millones
personas que lo hicieron en 2008, cuando triunfó Barack Obama.
Este año, se estableció un récord de algo más de 45 millones
entre los votantes anticipados que enviaron sus votos por correo. Habrá que ver
si esa tendencia a una mayor participación se consolida hoy. Tanto Clinton como
Trump se han dedicado en los últimos días a motivar a sus simpatizantes a
participar para tratar de volcar la elección a su favor en la decena de
estados que serán decisivos.
La contienda tiene otros cuatro participantes,
con candidaturas testimoniales que no llegarán a pelear por la Casa Blanca,
pero pueden restarles votos decisivos a los dos grandes contrincantes. Ellos
son: Gary Johnson (Libertario), Jill Stein (Partido Verde), Darrel Castle
(Partido de la Constitución) y Evan McMulli (Independiente).
Además de elegir al presidente que sucederá a Barack Obama,
los estadounidenses también votarán el total de los 435 miembros de la Cámara
de Representantes, un tercio de los cien senadores federales y seleccionarán a
los gobernadores de 12 estados. En muchos estados también se votarán
magistrados y distintas reformas legislativas.
El Congreso norteamericano también se renovará (Getty
Images)
EL COLEGIO ELECTORAL
Los estadounidenses no eligen directamente mediante su voto
al presidente y vicepresidente, sino que relegan esa responsabilidad en el
Colegio Electoral, compuesto por 538 compromisarios o electores que, en su
nombre, votarán en los 50 estados del país y en el Distrito de Columbia (sede
de la capital).
El objetivo de Clinton y Trump es hacerse con una
mayoría de 270 votos para proclamarse ganadores.
El número de electores de cada estado es igual al número de
sus senadores más el número de sus representantes en la Cámara baja, de forma
que tienen más peso aquellos estados con mayor población como California (55
votos electorales), Texas (38), Florida y Nueva York (29), Pensilvania,
Illinois (20) y Ohio (18).
ESTADOS AZULES Y ROJOS
Los demócratas suelen dominar en el noroeste y la costa
oeste de Estados Unidos, en los llamados estados "azules" que es el
color del Partido Demócrata. Mientras tanto, los republicanos prevalecen en los
estados "rojos" (su color) en el sur y el medio oeste del país.
LOS ESTADOS MORADOS, LOS OSCILANTES
La clave se encuentra en los estados "morados",
también conocidos como "oscilantes" y en donde los candidatos han
concentrado sus esfuerzos, su tiempo y su dinero para tratar de inclinar la
balanza a su favor y hacerse con la mayoría de 270 votos del Colegio Electoral.
La batalla se encuentra especialmente ajustada en los
tradicionales estados púrpuras de Florida y Ohio, pero también en nuevos
estados que han surgido como decisivos en estos comicios y entre los que
destaca Nevada, Pensilvania y Carolina del Norte.
GOTEO DE RESULTADOS
El estado de Vermont es uno de los más madrugadores y abrirá
las puertas de sus centros de votación a las cinco de la mañana hora local
(10.00 GMT). Otros estados como Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York y
Virginia comenzarán la votación una hora más tarde.
El recuento de votos comenzará a las 19.00 hora local (00.00
GMT del miércoles) con el cierre de los centros de votación en parte de la
costa este, en concreto, en Georgia, Indiana, Kentucky, Carolina del Sur,
Vermont y Virginia.
No obstante, el grueso de los resultados saldrá alrededor de
las 20, 21 hora local (01.00 GMT y 02.00 GMT del miércoles), cuando cierran las
urnas en 30 estados y el Distrito de Columbia.
Los estados de la costa oeste, entre los que se encuentra el
premio gordo de California (55 votos electorales), cerrarán sus colegios
electorales a las 11 hora del este de EE.UU. (04.00 GMT del miércoles). El
último será Alaska, donde algunos colegios electorales permanecerán abiertos
hasta la 1 hora del este (06.00 GMT del miércoles).
EL SENADO
Más allá de la Presidencia, el martes está en juego el
control del Senado, que los demócratas quieren arrebatar a los republicanos
tras haberlo perdido en las elecciones legislativas de 2014.
Para recuperarlo, los demócratas necesitan ganar al menos
cinco escaños o cuatro, en caso de que Clinton se haga con la Casa Blanca y el
aspirante demócrata a la Vicepresidencia, Tim Kaine, pueda servir como pieza
del desempate, ya que se convertiría automáticamente en el presidente del
Senado.
Uno de los dos celebrará y el otro deberá reconocer la
derrota: ambos lo harán en Nueva York (AP)
NUEVA YORK
Trump y Clinton coincidirán la noche del martes en Nueva
York, la "ciudad que nunca duerme" y en donde los dos candidatos
celebrarán la victoria o tratarán de mitigar el impacto de la derrota.
Además, Clinton votará en Chappaqua, en el estado de Nueva
York y donde la exsecretaria de Estado está registrada como votante. Por su
parte, Trump acudirá a las urnas en la misma ciudad de Nueva York.
Los candidatos a la Vicepresidencia de EE.UU., Mike Pence y
Tim Kaine, votarán en sus respectivos estados de Indiana y Virginia para luego
unirse a sus campañas en la ciudad de Nueva York.
CONCEDER LA VICTORIA
En toda carrera electoral hay un ganador y un perdedor, pero
eso podría cambiar con Trump. El millonario ha denunciado que el sistema
electoral está "amañado" a favor de Clinton y se ha resistido a
comprometerse a aceptar un resultado desfavorable, algo sin precedentes en la
historia reciente de Estados Unidos.
Queda por ver si, en caso de perder, Trump dará el
tradicional discurso de aceptación de la derrota.
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