"Siempre vengo el día antes, la Virgen me curó"
Cientos de devotos acuden hoy a la Basílica de Higüey por el
Día de la Virgen de la Altagracia.
09:25 PM – 21 Ene, HIGÜEY,
RD *-. El obispo de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia, Nicanor
Peña, dijo aquí que la Iglesia está llamada a acoger a todos los pobres y a los
que sufren, a los ancianos, la niñez, la juventud descarriada que no tiene
oportunidades y a los hogares destruidos.
Según Peña, quien fue presidente de la Conferencia del
Episcopado Dominicano, la Iglesia está consternada por el irrespeto a la vida
en todos los sentidos, “tanto en el crimen callejero, como al que se refiere al
de antes de nacer”.
“Quiere nuestra madre que todos los dominicanos estemos
unidos como una sola familia y que vivamos unidos por el lenguaje de la fe”,
dijo el obispo al pronunciar la homilía en la misa celebrada en la Basílica de
Higüey con motivo del Día de la Altagracia.
Al acto religioso asistieron el presidente de la República
Danilo Medina, la vicepresidenta Margarita Cedeño y otros funcionarios de alto
nivel. Además, cientos de feligreses.
Peña dijo que los dominicanos deben estar unidos por los
ritos sagrados, “construyendo así la fuerza del amor y nuestra dominicanidad”.
Aseguró que la Virgen María está ligada íntimamente a
“nuestra dominicanidad”.
Citó la frase del primer obispo de esta diócesis, monseñor
Juan Félix Pepén, que reza: “Mientras el pueblo dominicano conserve su fe
católica será siervo y vasallo de la vida, mientras lo sea continuará siendo
dominicano, y si por un imposible el pueblo dominicano dejara de amar a la
Virgen de la Altagracia, dejaría de ser, estamos seguros, de ser libre e
independiente. La devoción a la Virgen de la Altagracia es nuestra garantía de
supervivencia como nación”.
Manifestó que “si como pueblo nos mantenemos unidos en torno
a la Virgen, como los apóstoles en el cenáculo, no podemos sucumbir”. “Un hijo
de María nunca perecerá”, afirmó.
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