ESTÁN VINCULADA AL CÁRTEL BELTRÁN LEYVA
*José Luis Abarca y su mujer
fueron detenidos por la Policía Federal, acusados de ser los autores
intelectuales de un caso que conmociona al país.
08:25 AM – 4 Novi, MEXICO, DF *-. Policías federales detuvieron la madrugada del martes al alcalde Iguala y a su esposa, señalados por las autoridades de estar detrás de un ataque que derivó en la desaparición de 43 estudiantes, informaron funcionarios mexicanos.
El alcalde José Luis Abarca y su
esposa María de los Ángeles Pineda fueron arrestados en Ciudad de México en una
operación en la que no se realizó ningún disparo, dijeron que dos funcionarios
federales mexicanos bajo condición de anonimato por no estar autorizados a
hablar con la prensa.
Ambos fueron trasladados a
instalaciones de la Procuraduría General de la República, en la capital
mexicana, donde rinden declaraciones sobre la desaparición el 26 de septiembre
de los estudiantes de magisterio de la Normal Superior de Ayotzinapa, en el
estado de Guerrero.
La detención de la pareja podría
arrojar luz al paradero de los jóvenes.
Abarca y Pineda son señalados
como los autores intelectuales del ataque de la policial municipal y posterior
intervención de un grupo de narcotraficantes, que derivó en la muerte de seis
personas y la desaparición de los 43 estudiantes.
En una conferencia el 22 de
octubre, el procurador general Jesús Murillo Karam dijo que la intención del
ataque del 26 de septiembre fue evitar que los estudiantes se manifestaran
contra la presentación de un informe de actividades de la esposa del alcalde,
vinculada por las autoridades con el cártel de narcotraficantes del Beltrán
Leyva.
Karam ha dicho que todavía no se
conoce el paradero de los jóvenes pese a que en la investigación en curso han
aparecido por el momento nueve fosas con un total de 30 cadáveres. Según los
informes preliminares no pertenecen a ninguno de los 43 estudiantes
desaparecidos, pero tampoco han sido identificados.
Un equipo de antropología forense
argentino está realizando un segundo estudio de los restos para descartar
posibles errores.
Murillo ofreció un relato
detallado de los hechos que figuran por el momento en la investigación federal,
que continúa abierta y ha destapado que el grupo de narcotraficantes de los
Guerreros Unidos, una escisión del Cártel de los Beltrán Leyva, habían tejido
una red de complicidades con varias alcaldías del estado de Guerrero: Iguala,
Cocula e Ixtapan de la Sal que implicaban tanto a funcionarios de la
administración como a policías locales.
El procurador detalló que los
Guerreros Unidos entregaban con periodicidad variable, semanal y mensual, entre
2 y 3 millones de pesos (entre 150.000 y 222.000 dólares) a las autoridades
municipales. De ese dinero se pagaba la nómina de los policías.
El grupo delincuencial, cuyo
principal operador era Pineda, hermana de dos responsables financieros del
Cártel de los Beltrán Leyva, decidía incluso los ingresos de nuevos policías
municipales.
Por el momento, 56 personas,
entre policías, funcionarios municipales y miembros de los Guerreros Unidos
están detenidas.
Respecto a los hechos del 26 de
septiembre, la alcaldía temía que se produjesen incidentes el día que
desaparecieron los estudiantes debido a que ya había antecedentes: en junio de
2013 la alcaldía de Iguala fue agredida durante un enfrentamiento entre
personas afines al alcalde y un grupo de manifestantes entre los que se
encontraban estudiantes de la misma escuela de los hoy desaparecidos.
El día de los incidentes,
alrededor de las 6 de la tarde los estudiantes abordaron dos camiones en
Ayotzinapa, tres horas más tarde llegaron a Iguala y tomaron dos unidades
adicionales. En ese momento, los "halcones" (vigías que realizan labores
de vigilancia para el crimen organizado), coludidos con la policía municipal y
la alcaldía, reportaron los hechos al centro de mando de la policía municipal.
El alcalde y su esposa asumieron
entonces que el grupo que se avecinaba se dirigía a sabotear la celebración del
informe de actividades de la esposa del alcalde, responsable del órgano de
defensa de la familia en la ciudad, y ordenaron a la policía que reaccionase
para evitarlo. Tras un tiroteo que dejó seis muertos y una persecución, 43 estudiantes
detenidos ingresaron a la cárcel municipal de Iguala.
De la cárcel municipal de Iguala,
siempre según el relato del procurador, a los estudiantes se los llevó la
policía municipal de Cocula, una localidad vecina a Iguala, también a las
órdenes del grupo de los Guerreros Unidos.
Los agentes tomaron un camino de
terracería hacia una zona conocida como Pueblo Viejo donde entregaron a los 43
estudiantes a miembros de los Guerreros Unidos y a partir de ese momento se les
pierde la pista.
Se tienen identificados por lo
menos a tres de los integrantes de los Guerreros Unidos que recibieron a los
detenidos por los policías y el camino por el que fueron internados a un
paraje.
El procurador Karam ha dicho que
el subjefe de la policía municipal de Cocula contactó al líder de los Guerreros
Unidos, Sidronio Casarrubias, detenido a mediados de octubre, y que en su
declaración ante las autoridades afirmó no haber hecho nada por evitar la
desaparición de los estudiantes porque creyó que se trataba de un grupo de
narcotraficantes rivales.
"Cientos de personas los
buscan (a los estudiantes)", ha declarado Murillo. "Es nuestra
principal prioridad en este momento".
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