El pastor Terry Jones ha anunciado la cancelación de su plan de quemar ejemplares de Corán el próximo sábado, coincidiendo con el noveno aniversario de los atentados del 11-S, después de un aparente acuerdo con la comunidad musulmana para que no se construya una mezquita en las inmediaciones de la Zona Cero de Nueva York, donde se encontraba el destruido World Trade Center. El acuerdo, sin embargo, no ha sido todavía confirmado.
La intensa presión, nacional e internacional, para detener la iniciativa ha fructificado. Las masivas críticas y reproches abarcan desde Washington a Roma pasando por Kabul. No obstante, el pastor de Florida se encontraba amparado por la Constitución de Estados Unidos y el reconocido derecho a la libertad de expresión, pese a contenidos incendiarios. El propio presidente Obama, en declaraciones a la cadena ABC, se sumó ayer a la larga letanía de suplicas y advertencias para que el pastor Jones, que ahora va armado ante múltiples amenazas de muerte, no cumpla su ofensiva. Obama insistió en que Estados Unidos “es un país construido sobre la noción de libertad y tolerancia religiosa”.